jueves, 17 de enero de 2008

Cómo conseguir que los peatones odien al ciclista

Imagine que es usted un político recién electo o un funcionario de obras públicas. ¿Cómo conseguir que los peatones de su ciudad odien al ciclista mientras usted se escaquea de su trabajo? Muy fácil: haga Vd. un carril bici que quepa apenas entre una parada de autobús y un kiosko. Y póngase a leer el periódico, que el tiempo hará el resto.

¿Al funcionario que diseñó los carriles-bici de Barcelona no se le ocurrió antes pagarse un cursillo? ¿O pagarse unas vacaciones en Holanda? ¿O al menos ir en bici al trabajo?

Carriles así no nos hacen falta, si pacificaran los carriles de laterales (de calzada) de Diagonal (un ejemplo parecido de propuesta), podríamos circular la mar de seguros y sin molestar a ningún peatón.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No le importa nada, seguro que el que lo diseñó no lo vio hasta que estubo terminado.